Cómo tratar el ejercicio como el cuidado personal y por qué ayuda
¿Alguna vez ha pensado en el ejercicio como una forma de consentirse?
Al igual que un baño de burbujas caliente o una noche acogedora en casa, el ejercicio puede ser una excelente manera de mostrar un poco de amor propio. Después de todo, el ejercicio no se trata solo de mantenerse en forma; se trata de sentirse bien por dentro y por fuera.
Cuando se piensa en el ejercicio como una tarea, puede ser difícil seguirlo. Pero cuando se ve como un cuidado personal, se convierte en algo que se espera con ansias. El autocuidado consiste en dedicar tiempo a hacer cosas que ayuden a vivir bien y a mejorar la salud mental y física. ¡El ejercicio encaja perfectamente en esto!
A continuación, se cubren las ventajas de cambiar su perspectiva sobre el ejercicio. Siga leyendo para descubrir cómo tratar el ejercicio como cuidado personal puede mejorar su bienestar general.
Por qué el ejercicio se siente como una tarea
El ejercicio es innegablemente bueno para usted. Ayuda a vivir más tiempo y mantiene a raya varias enfermedades. Pero seamos honestos, ese conocimiento por sí solo no siempre es suficiente para motivarnos. La Asociación Americana del Corazón recomienda 150 minutos de ejercicio a la semana, es decir, solo 20 minutos al día. Suena simple, ¿verdad? Sin embargo, a muchos de nosotros todavía nos cuesta movernos.
A menudo, se ve el ejercicio como algo que se tiene que hacer para obtener beneficios futuros, como mantenerse saludables y controlar el peso. Estas recompensas son geniales, pero pueden parecer lejanas. Entonces, ¿Cómo podemos hacer que el ejercicio sea gratificante en este momento?
Replantear el ejercicio como autocuidado
¿Qué pasaría si cambiara la forma en que piensa sobre el ejercicio? En lugar de verlo como una tarea, véalo como un cuidado personal, algo bueno para usted mismo porque lo merece. El ejercicio puede hacer que se sienta mejor de inmediato, tanto física como mentalmente. Un estudio en el British Journal of Sports Medicine encontró que el ejercicio ayuda con la depresión, la ansiedad y el estrés.
Tratar el ejercicio como el cuidado personal cambia la forma en que se piensa sobre él. En lugar de ser una tarea más en la lista de pendientes, se convierte en algo que se hace por uno mismo con amor y cuidado. Este cambio de mentalidad tiene varios beneficios:
Reduce el estrés: Ver el ejercicio como un cuidado personal ayuda a reducir el estrés. Se convierte en un momento para relajarse y recargar energías en lugar de un deber. Esto puede conducir a niveles más bajos de estrés y un estado mental más relajado.
Aumenta el disfrute: Cuando se hacen actividades que se aman, se disfrutan más. Tratar el ejercicio como cuidado personal anima a elegir actividades que hagan feliz, haciendo que la experiencia sea más placentera.
Mejora la consistencia: Si se ve el ejercicio como un placer en lugar de una tarea, es más probable que se apegue a él. Esta consistencia conduce a una mejor salud física y mental con el tiempo.
Construye una relación positiva con el ejercicio: Al ver el ejercicio como una forma de amor propio, se construye una relación más saludable y positiva con él. Esto puede hacer que se espere con ansias las sesiones de entrenamiento e integrarlas en la vida de manera más fluida.
Mejora el bienestar general: Tratar el ejercicio como el cuidado personal significa que se están tomando medidas proactivas para cuidar de todo su ser: mente, cuerpo y espíritu. Este enfoque holístico puede mejorar el bienestar general y una mayor sensación de felicidad.
6 consejos para tratar el ejercicio como el cuidado personal
¿Listo para hacer que el ejercicio sea divertido y emocionante? Aquí hay seis consejos para ayudarlo a mantenerse motivado y tratar el ejercicio como la mejor actividad de cuidado personal.
Elija lo que más le gusta: ¡Encuentre actividades que le hagan sonreír! Ya sea bailar, hacer senderismo o yoga, elija algo que le guste. Cuando ama lo que hace, se siente más como un juego y menos como un trabajo.
Establezca metas pequeñas: Comience con metas fáciles. Tal vez sea una caminata de 10 minutos durante el almuerzo o un estiramiento por la mañana. Las pequeñas victorias se suman y le hacen sentir increíble. Cuando el ejercicio es divertido, ¡no se siente como una tarea!
Cree una rutina: Haga que el ejercicio sea una parte regular de su día, como cepillarse los dientes. Cuando es parte de su rutina, se convierte en un hábito que no querrá perderse.
Haga ejercicio con un amigo o únase a una clase: Tener un amigo lo hace más divertido y le mantiene motivado. Además, ¡siempre es bueno tener a alguien que le anime!
Escuche a su cuerpo: Preste atención a cómo se siente. Si está cansado, tómeselo con calma. Si está lleno de energía, ¡adelante! Respetar las señales de su cuerpo es una parte importante del cuidado personal.
Recompénsese a sí mismo: Dese un capricho cuando alcance una meta. Tal vez sea un buen baño, un libro nuevo o un bocadillo favorito. Las recompensas hacen que el viaje sea agradable y le dan algo que esperar.
Pruébelo
El ejercicio no es solo un medio para arreglar las "imperfecciones" que se ven en el cuerpo; es genuinamente una forma de autocuidado que impacta las actitudes, estados de ánimo y ansiedades. Al elegir actividades que le gusten, establecer metas pequeñas y alcanzables, convertirlas en una rutina, asociarse con un amigo, escuchar las necesidades de su cuerpo y recompensarse por sus esfuerzos, puede transformar el ejercicio en una parte alegre y gratificante de su vida diaria. Se convierte en algo más que una tarea; es una oportunidad para nutrirse a sí mismo.
Fuente: https://info.totalwellnesshealth.com/blog/how-to-treat-exercise-like-self-care