MINDFULNESS O ATENCIÓN PLENA PARA FAMILIAS CON NIÑOS
Una manera sencilla de introducir la atención
plena a sus hijos es a través de prácticas informales que usted puede realizar
junto con ellos. Comience con una meditación simple de bondad: ofreciendo
buenos deseos y compasión a los demás.
3. Note cómo se siente al pensar en esta persona.
4. Hágale un buen deseo y envíelo hacia esa
persona. ¿Qué podría hacerle feliz?
De aquí, pasaremos a una persona más neutral. Tal vez alguien a quien no conozca muy bien: un padre o madre que ve ocasionalmente en la fila de recogida, la persona que entrega su correo o quien prepara su café por las mañanas. Traiga a esta persona a su mente e imagine enviándole algún tipo de buen deseo.
6. Por último, piense en alguien que le haya frustrado últimamente, alguien con quien sea un poco difícil tratar. Envíele a esta última persona un deseo bondadoso: algo positivo para su vida.
7. Haga un chequeo de su mente y cuerpo al
finalizar esta práctica. Permita que sus ojos se abran si estaban cerrados.
Note si hay algún cambio.
¿Por qué enseñar atención plena a los niños?
Cuando enseñamos atención plena a los niños, les brindamos las herramientas necesarias para desarrollar confianza, enfrentar el estrés y relacionarse con momentos incómodos o desafiantes. Cuanto antes lo hagamos en sus vidas, mayor será la oportunidad de ayudarlos a cultivar resiliencia y a desarrollar y perfeccionar su práctica de atención plena a medida que crecen.
Enseñar atención plena a los niños también
puede ayudar a desarrollar tres habilidades críticas que se forman en la
primera infancia: prestar atención y recordar información, alternar entre
tareas, y comportarse de manera apropiada con los demás. Estas habilidades,
conocidas como funciones ejecutivas, son esenciales para tareas más avanzadas
como planificar, razonar, resolver problemas y construir relaciones sociales
positivas.
Tres beneficios de la atención plena para los niños:
Los estudios muestran que los beneficios de la atención plena para los niños pueden incluir:
1. Mayor enfoque, atención, autocontrol,
participación en clase y compasión.
2. Mejor desempeño académico, capacidad para
resolver conflictos y bienestar general.
3. Menores niveles de estrés, depresión,
ansiedad y comportamientos disruptivos.
Actividades de atención plena para niños:
Para introducir la idea de atención plena de
forma más directa, puede usar ejercicios que los animen a sintonizar con sus
sentidos. Haga un juego de comer un bocadillo muy lentamente, saboreando el
olor, la textura y el sabor. O dedique una tarde a hacer frascos de purpurina
con una variedad de materiales: brillantina, cuentas de colores, colorantes
alimenticios, aceite y piezas de Lego. Esta manualidad no solo es creativa,
sino que también funciona como una herramienta de atención plena que representa
cómo la mente se calma.
Una práctica de agradecimiento para niños:
Liderando el juego:
- Pregunte a su hijo: “¿Alguna vez se ha sentido decepcionado por algo o alguien?”
- Pregunte: “¿Cómo se sintió al
respecto?”
- Reconozca sus sentimientos y, si es
apropiado, hable sobre ellos.
- Diga algo como: “Apuesto a que, incluso
cuando se siente decepcionado, hay cosas buenas sucediendo en su vida.
Nombremos juntos tres cosas buenas”.
Consejos para nombrar tres cosas buenas:
- Si su hijo o adolescente tiene dificultades
para pensar en tres cosas buenas, ayúdele a descubrir algunas.
- Cuando los niños entienden que este juego no
se trata de ignorar sus sentimientos, la frase “tres cosas buenas” puede
convertirse en una respuesta lúdica y humorística ante pequeños disgustos de la
vida familiar.
- Los padres pueden animar a los niños a
recordarles que nombren “tres cosas buenas” cuando estén atrapados en una
decepción trivial o molestia menor.
- Para desarrollar un hábito de gratitud,
juegue a “Tres cosas buenas” durante la cena, antes de acostarse o en otros
momentos en los que la familia esté reunida.
Fuente: https://www.mindful.org/mindfulness-for-kids/