La salud y la felicidad van de la mano

Las personas que se describen a sí mismas como felices tienden a tener menos problemas de salud, un menor riesgo de depresión y una vida más larga. Sin embargo, ¿qué pasa si no es una persona alegre por naturaleza? ¿Es posible ser feliz, especialmente durante los momentos difíciles? 

Resulta que la mayoría de las personas pueden aumentar su felicidad. La investigación sugiere que, en promedio, el 50% del nivel general de felicidad de las personas está determinado por la genética. Sin embargo, el 40% está bajo el control de las personas y el 10% restante depende de las circunstancias.

 

Trabajando en la felicidad

Por supuesto que es un desafío, incluso para la persona más despreocupada, mantenerse optimista constantemente. La felicidad, como cualquier aspecto del bienestar, es un trabajo en constante progreso. Pero no importa su estado actual de felicidad, hay formas de mejorar su perspectiva y mejorar su salud mental y física. Aquí hay algunas estrategias para probar.

 

1. Manténgase conectado. El estudio de Harvard dirigido por el Dr. Waldinger encontró un fuerte vínculo entre la felicidad y las relaciones cercanas con familiares y amigos. "La conexión personal crea estimulación emocional, que estimula automáticamente el estado de ánimo, mientras que el aislamiento destruye el estado de ánimo", dice el Dr. Waldinger.

 

2. Levante su mano. El voluntariado proporciona un sentido de propósito y mejora su estado de ánimo. Un estudio de 2016 de BMJ Open encontró que el efecto de ser voluntario fue especialmente fuerte en adultos mayores de 70 años.

 

3.  Realice actos de bondad con regularidad. Elija un día y concéntrese en realizar actos de bondad hacia los demás que de otra manera no haría. Puede requerir una planificación considerable por adelantado. Pero la planificación en sí y la intención deliberada de hacer el bien a los demás también pueden tener efectos importantes en el propio bienestar.

 

4. Encuentre a su niño interior. Cuando sea mayor, tendrá la oportunidad de volver a realizar las actividades que le alegraron cuando era niño o joven. ¿Qué lo hizo feliz cuando era más joven? Realice esos pasatiempos, juegos, deportes u otros intereses de su juventud.

 

5. Compre más tiempo. Un estudio de 2017 en Proceedings of the National Academy of Sciences sugirió que las personas que gastan dinero en compras que ahorran tiempo, como pagar para delegar las tareas del hogar, en lugar de bienes materiales, tienen una mayor satisfacción con la vida. El efecto fue similar sin importar los ingresos de una persona.

 

6. Invierta en experiencias. Otra forma en que el dinero puede comprar la felicidad es a través de experiencias de vida. Tampoco tiene por qué ser una aventura costosa. Por ejemplo, opte por cenar en un restaurante étnico, ir al cine o una exhibición de arte. La inversión también puede tener un impacto duradero. Según algunos estudios, las personas que gastan dinero en experiencias tienen una satisfacción a largo plazo, ya que crean recuerdos más felices. En comparación, comprar objetos materiales a menudo solo proporciona felicidad temporal.

 

7. Pase el rato con gente feliz. La felicidad puede ser contagiosa. Un estudio encontró que la felicidad se puede difundir a través de las redes sociales. Su sentimiento optimista puede desencadenar una reacción en cadena, por lo que sus contactos se vuelven más felices estando cerca de usted y, a su vez, ayudan a sus contactos a sentirse más felices, y así sucesivamente. Los investigadores también encontraron que la tristeza no se propaga con tanta fuerza como la felicidad.

 

8. Vea más verde. Un estudio por EPJ Data Science analizó los espacios verdes urbanos y su efecto en los ciudadanos en 90 ciudades de todo el mundo. Descubrió que la felicidad de las personas se correlacionaba con la cantidad de espacios verdes urbanos de su área, como parques y jardines, independientemente del estado económico del país. Crear su propio espacio verde puede tener un efecto similar. Otra investigación ha demostrado que la jardinería en el hogar mejora el bienestar emocional de la misma manera que lo hacen actividades como el ciclismo y la caminata.

 

9. Rompa sus rutinas. Las personas se sienten más felices cuando tienen más variedad en sus rutinas diarias, según un estudio. Incluso los pequeños cambios pueden tener un gran impacto. Los resultados encontraron que alterar el patrón regular, como probar un nuevo programa de ejercicios cada dos semanas, escuchar podcasts algunos días y música otros días, o simplemente tomar una ruta diferente al supermercado o farmacia, puede agregar valor a su vida.

 

10.  Cuente sus bendiciones. Reserve tiempo para escribir los elementos por los que está agradecido. Podría ser algo que normalmente da por sentado (un techo sobre su cabeza y una familia que lo apoya) o algo simple como recibir un cumplido sincero, un libro que disfruta, el buen clima o una comida deliciosa.

 11. Tome menos decisiones. Las investigaciones han descubierto que las personas que tienen más opciones tienen más oportunidades de arrepentirse y preocuparse. Una estrategia simple puede ayudarlo a aliviar la carga de sus elecciones y proteger su felicidad. Si una decisión no trae consecuencias significativas, intente limitar la cantidad de tiempo que tiene para elegir o elija entre menos opciones. No se permita cuestionar la decisión una vez tomada. Guarde las deliberaciones serias para asuntos más importantes. Sin embargo, incluso al tomar esas decisiones, trate de evitar mirar hacia atrás.

 

Fuente: https://www.health.harvard.edu/mind-and-mood/health-and-happiness-go-hand-in-hand

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