¿Pensando en colocarse la vacuna de refuerzo de COVID-19? Esto es lo que debe saber
La vacunación contra COVID-19 es la herramienta para salvar vidas más importante que se tiene en esta pandemia. Afortunadamente, las vacunas han demostrado ser muy seguras y eficaces. Y también se ha sabido desde el principio que la fuerte protección que brindan probablemente disminuirá con el tiempo.
¿Ha disminuido la protección lo
suficiente como para justificar las inyecciones de refuerzo? Los estudios
publicados en los últimos meses por investigadores en el Reino Unido, Israel y
los EE. UU. plantearon esta posibilidad, e Israel y el Reino Unido ya han
comenzado ambiciosos programas de refuerzo.
Lo primero y más importante es
que todos se encuentren vacunados
Es importante no pasar por alto
este hecho: vacunar a los no vacunados debería ser una prioridad mucho mayor
que dar inyecciones de refuerzo a quienes las han recibido.
Ampliar el grupo de personas con vacunaciones iniciales no solo salvaría más vidas que la promoción de refuerzos, sino que también reduciría las dificultades en la atención médica relacionadas con COVID. Es por eso que la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió una moratoria sobre las dosis de refuerzo. Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos ha anunciado la promesa de donar otros 500 millones de vacunas a países con bajas tasas de vacunación, lo que eleva el compromiso total de Estados Unidos de donar 1,100 millones de dosis.
¿Existe alguna diferencia entre
una dosis de refuerzo y una tercera inyección?
No todas las dosis adicionales de
vacuna son refuerzos. En agosto de 2021, la FDA aprobó una tercera dosis de la
vacuna Pfizer o Moderna para personas inmunodeprimidas. Esto incluye a las
personas que tienen VIH y a las que reciben tratamiento para el cáncer que
inhibe el sistema inmunológico. Para ellos, la dosis extra no es un refuerzo;
se considera parte de su serie inicial de inmunización.
El momento y la dosis correcta en
los refuerzos de vacunas
Idealmente, los refuerzos de la
vacuna se administran tan pronto como sea necesario, pero mucho antes de que
disminuya la inmunidad protectora generalizada. Los riesgos de esperar
demasiado son obvios: a medida que disminuye la inmunidad, las tasas de infección,
enfermedades graves y muerte pueden comenzar a aumentar.
-
Los efectos secundarios pueden ser más comunes. Si bien
los estudios publicados hasta la fecha sugieren que los refuerzos son seguros,
aún no se tienen datos a largo plazo.
-
El beneficio puede ser pequeño. Puede ser mejor esperar a
los refuerzos si la mayoría de las personas todavía están bien protegidas por
sus vacunas iniciales.
-
Es posible que los refuerzos actuales no cubran variantes
futuras. Si surgen nuevas variantes de preocupación en los próximos meses, los refuerzos
pueden modificarse para cubrirlas.
-
Esperar más tiempo antes de un refuerzo podría conducir a
una respuesta inmunológica más fuerte.
La dosis recomendada para el refuerzo de Pfizer y el refuerzo de Johnson & Johnson es la misma que la dosis inicial. Para el refuerzo de Moderna, es una media dosis, lo que puede reducir el riesgo de efectos secundarios y aumentar la cantidad de dosis disponibles para otros.
Recomendaciones para refuerzos de
vacunas
Para las vacunas Pfizer y
Moderna, se recomienda un refuerzo al menos seis meses después de la segunda
dosis para aquellos que:
-
Tienen 65 años o más
-
18 a 64 años y con alto riesgo de enfermedad grave por COVID,
como personas con enfermedad pulmonar crónica, cáncer o diabetes
-
Vivir o trabajar en un entorno de alta exposición, como
residentes de asilos, trabajadores de la salud, maestros y personal de
guarderías, trabajadores de supermercados y prisioneros.
Mezclar o combinar inyecciones de
refuerzo
La FDA ha llegado a la conclusión
de que mezclar o combinar vacunas al recibir una dosis de refuerzo es seguro y
eficaz. Independientemente de la vacuna inicial que recibió, cualquiera de las
tres vacunas (Pfizer, Moderna, Johnson & Johnson) se puede administrar como
refuerzo.
Muchas incógnitas
La publicación de estas nuevas
recomendaciones para los refuerzos de vacunas plantea una serie de preguntas:
-
¿Qué tan convincentes son los datos de seguridad? Los
informes hasta la fecha sugieren que los refuerzos son seguros, pero se
necesita más investigación y datos del mundo real.
-
¿Se modificarán los refuerzos para proteger contra
variantes emergentes de preocupación?
-
¿Se necesitarán refuerzos adicionales en el futuro? Si es
así, ¿con qué frecuencia?