Por qué no depender del alcohol en momentos de estrés durante estas fiestas
No es raro que algunas personas se relajen de un día difícil y estresante bebiendo alcohol, sobre todo con el estrés que presentan las fiestas. Tal vez sea una copa de vino, un martini fuerte o simplemente abrir una cerveza fría, pero la idea es que un poco de alcohol podría ayudare a relajarse.
Si bien no hay nada de malo en
tomar una copa de vez en cuando, los expertos dicen que, si bien depender del
alcohol para mejorar el estado de ánimo puede parecer una buena idea, en
realidad hace todo lo contrario. Y puede tener un impacto de múltiples maneras.
El impacto conductual
Los niveles de estrés y ansiedad
de muchas personas durante esta época son más altos de lo habitual debido a eventos
sociales y gastos fuertes.
Incluso las personas que no están
predispuestas a la ansiedad y la depresión ahora también están experimentando
eso.
Beber una copa de vino rosado o
tomar un vaso de whisky puede, de hecho, proporcionarle un poco de relajación
desde el principio, liberando endorfinas y aumentando los niveles de serotonina.
Pero esa es sólo una solución a corto plazo que conduce a problemas a largo
plazo.
Si depende del alcohol para
obtener felicidad y placer, incluso para aliviar el estrés, eso puede causar
problemas importantes en el futuro. No está aprendiendo a afrontar las cosas
como están ahora. No está aprendiendo a afrontar la situación de forma
saludable.
En cambio, si alguien aumenta su
dependencia del alcohol para lidiar con el estrés, eso conduce a la
exacerbación de la depresión y la ansiedad. Un aumento en el consumo de alcohol
puede llevar a “reflexionar sobre cosas negativas, el tipo de pensamientos
aterradores que pueden intensificar el estado emocional”.
Incluso si el consumo de alcohol
es nuevo y ha aumentado durante esta época, aún puede conducir a una
dependencia del alcohol a largo plazo. Puede volverse adicto al alcohol sin
siquiera saberlo. Lo único en lo que piensa es en el alcohol. No quiere salir.
No quiere hacer nada porque lo único que estás pensando es en tomar el próximo
trago. Es una gratificación instantánea. No siente ningún sentimiento. No tiene
que lidiar con ningún estrés. Puede simplemente sentarse y beber.
El impacto físico
Aumentar el consumo de alcohol,
especialmente en momentos de estrés, también puede tener numerosas
consecuencias físicas. No es aconsejable como mecanismo de afrontamiento en
momentos de estrés.
Si bien es más difícil determinar
los efectos específicos de la dependencia del alcohol a corto plazo, como beber
para afrontar una situación estresante, aún puede causar estragos. El alcohol
es un depresor, por lo que no promueve la energía.
Si su aumento en el consumo de
alcohol es reciente, es poco probable que cause daño hepático a corto plazo.
Pero, puede predisponerle a desarrollar malos hábitos y abuso de alcohol a
largo plazo, lo que sin duda puede conducir a una enfermedad hepática crónica
relacionada con el consumo de alcohol.
El consumo de alcohol en sí,
además de no comer bien en momentos de mayor consumo de alcohol, puede inhibir
el sistema inmunológico, por lo que es menos capaz de combatir las infecciones.
Y ciertamente no dependa de ello
para dormir mejor. Es bastante perjudicial para su ciclo de sueño y puede
provocar que se sienta más fatigado. Esto se debe a que cuando se utiliza
alcohol como ayuda para dormir, se reduce la cantidad de tiempo que se pasa en
la etapa REM (movimiento ocular rápido) del sueño. En cambio, es posible que se
quede dormido más rápido y que duerma más profundamente durante las primeras
horas, pero no está alcanzando la etapa verdaderamente reparadora del ciclo del
sueño: la etapa REM. Como resultado, es probable que al día siguiente tenga más
somnolencia y se sienta menos descansado.
Más allá de eso, también es una
forma de acumular calorías adicionales. Si está tratando de sentirse mejor y
mejorar su estado de ánimo, lo que no querrá hacer es consumir calorías
excesivas y sin sentido. Las calorías adicionales del alcohol pueden provocar
un aumento de peso y contribuir a tener una mala imagen de uno mismo o incluso
más estrés a largo plazo.
Mejores formas de afrontar la
situación
En momentos de estrés, es
importante encontrar salidas saludables para procesar las emociones reprimidas
y afrontarlas. Mantenerse en contacto con amigos y familiares es clave, ya sea
cara a cara o a través de una plataforma en línea como FaceTime. Aproveche
estas fiestas para conectar con su familia y amigos.
También se recomienda salir y
hacer diferentes actividades. Busque actividades divertidas para realizar en
estas fiestas con su familia y amigos que no incluyan tomar alcohol. Aproveche
el cambio de clima para salir y tomar aire fresco.
Es importante que las personas
comprendan que incluso si se sienten aisladas, experimentan un mayor estrés o
enfrentan ansiedad o depresión, existen recursos para ayudar. La principal es
buscar ayuda de un profesional de la salud mental.
Fuente: https://health.clevelandclinic.org/alcohol-during-times-of-stress/