Nutrir la conexión entre el intestino y el cerebro para la salud de todo el cuerpo.
Su microbioma trabaja arduamente para mantenerlo saludable, aquí le mostramos cómo apoyarlo.
¿Alguna vez ha sentido mariposas en el estómago o ha
encontrado un evento emocional que le "desgarra las tripas"? Estas
frases hablan de la interacción entre el intestino y el cerebro, que tienen una
conexión importante entre sí.
El intestino y el cerebro forman un sistema de comunicación
bidireccional llamado eje intestino-cerebro. Este sistema, que incluye billones
de bacterias en el microbioma intestinal, desempeña un papel importante en la
salud de todo el cuerpo, incluida la salud del corazón. Esto es lo que necesita
saber sobre el eje intestino-cerebro y cómo cuidarlo.
El microbioma intestinal
La parte "intestinal" del eje intestino-cerebro se
centra en gran medida en el microbioma, que es una colección de bacterias,
virus y hongos que viven en el cuerpo e influyen en nuestra salud. Los
investigadores están desentrañando cómo funciona el microbioma. Es complejo
porque contiene más de 38 billones de bacterias que cambian en respuesta al
ejercicio, la dieta, la medicación y otros factores.
Lo que se sabe hasta la fecha es que el microbioma tiene
muchas funciones vitales, entre ellas:
- Regular
los niveles de colesterol
- Apoyar
la inmunidad mediante la destrucción de bacterias y virus dañinos
- Ayudar
a la digestión
- Producir
neurotransmisores, que ayudan a regular el estado de ánimo
- Crear
enzimas que ayudan al cuerpo a producir vitaminas
- Segregar
hormonas para regular las funciones corporales
El eje intestino-cerebro
El microbioma intestinal y el cerebro se comunican entre sí
a través del nervio vago, y es una calle de doble sentido. Cuando el microbioma
está desequilibrado, puede comunicar mensajes equivocados al cerebro y al
cuerpo. Esto se conoce como disbiosis y se ha relacionado con:
- Enfermedades
cardíacas y accidentes cerebrovasculares
- Colesterol
alto
- Problemas
digestivos
- Ansiedad
y depresión
- Enfermedades
inflamatorias como la enfermedad de Crohn y la colitis
- Diabetes
tipo 2
El eje intestino-cerebro y el corazón
Las señales enviadas entre el intestino y el cerebro ayudan
a regular los niveles de colesterol. Algunas bacterias intestinales útiles,
incluidas cepas específicas de Lactobacilli plantarum, pueden ayudar a reducir
los niveles de colesterol y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Los
investigadores esperan algún día tratar el colesterol alto alterando la
composición del microbioma.
Cómo apoyar la salud intestinal y cerebral
Los científicos están aprendiendo cómo modificar las
bacterias intestinales para controlar ciertas enfermedades. Ya existen algunos
suplementos probióticos saludables que pueden ayudar con el manejo de
enfermedades, pero el rompecabezas está lejos de completarse (consulte
"¿qué pasa con los suplementos probióticos?" a continuación).
Hasta que la ciencia tenga más respuestas, una excelente
manera de apoyar la salud del cerebro y el intestino es con estos cuatro
hábitos de estilo de vida saludables:
- Un
plan de alimentación nutritivo: Un microbioma saludable prospera
cuando su dieta tiene mucha variedad y es rica en fibra, que proviene de
verduras, frutas, legumbres, cereales integrales, nueces y semillas. Una
dieta rica en fibra y basada en plantas es buena para la salud del corazón,
la salud del cerebro y el microbioma. Las investigaciones también
demuestran que estos alimentos ayudan a mantener un microbioma saludable:
- Pescados
ricos en omega-3 como el salmón, la trucha y la caballa
- Alimentos
ricos en polifenoles como las bayas, el aceite de oliva y el té verde
- Alimentos
fermentados como el yogur, el kimchi, la kombucha y el chucrut
Alcohol, edulcorantes artificiales, carnes rojas, azúcar y
cantidades excesivas de alimentos ultraprocesados pueden dañar el microbioma y
deben limitarse.
- Actividad
física regular: El ejercicio está relacionado con un menor riesgo de
enfermedades cardíacas y un microbioma más saludable. Trate de hacer al
menos 150 minutos por semana de ejercicio aeróbico y trabaje la fuerza
muscular al menos dos veces por semana usando bandas de resistencia o
pesas libres.
- Manejo
del estrés: Tener altos niveles de estrés crónico puede cambiar el
microbioma, incluida una reducción de las bacterias buenas. Tomar
descansos regulares para hacer cosas que disfruta puede ayudar a controlar
el estrés. Intente caminar al aire libre en la naturaleza, encontrarse con
un amigo, ver un video divertido o hacer un pasatiempo que le guste.
- Dormir
lo suficiente: La falta persistente de sueño puede dañar el microbioma
y se ha relacionado con enfermedades cardíacas. Trate de dormir de siete a
ocho horas por noche. ¿Tiene problemas para conseguir suficientes zzz?
Siga los consejos de estilo de vida saludable anteriores y agregue:
- Una
hora de acostarse constante
- Una
habitación tranquila y oscura
- Apagar
los dispositivos una hora antes de acostarse
- Evitar
las comidas copiosas antes de acostarse
- Sin
cafeína ocho horas antes de acostarse
- No
más de 1-2 bebidas alcohólicas por semana
¿Qué pasa con los suplementos probióticos?
Los probióticos son bacterias buenas que ayudan a mantener
el microbioma. Pero antes de tomar un suplemento probiótico, es vital saber que
un probiótico solo funciona para una dolencia específica si toma la cepa
correcta en la cantidad correcta. Lo alarmante es que tomar el probiótico
equivocado puede causar disbiosis en su microbioma. Hable con su proveedor de
atención médica para que le aconseje antes de tomar probióticos. Ellos pueden
ayudarlo a usar esta tabla de probióticos basada en evidencia para aprender qué
probiótico trata su dolencia específica.
Un día en el futuro, es probable que su médico analice la composición bacteriana de su microbioma junto con sus análisis de sangre y orina habituales. Los resultados les ayudarán a tratar ciertas condiciones de salud. Hasta entonces, las mejores herramientas que tenemos son los hábitos de vida saludables.
Fuente: https://www.heartandstroke.ca/articles/nurturing-your-gut-brain-connection-for-whole-body-health